Esta claro que tener hijos es una elección personal, y para mi es lo mas bonito del mundo, sobre todo si tienes la opción de además poder transmitirles el amor y respeto por la naturaleza y por los deportes de montaña, de los que yo he disfrutado y espero disfrutar durante muchos años. Pero también esta claro que ir con ellos a escalar o a la montaña no es fácil, por mucho que nos quieran vender algunos y algunas, el "cuento" de que van a todos lados a escalar o a la montaña con sus hijos/as. En mi experiencia, el cambio con respecto a actividades deportivas ha sido grande, ha supuesto ciertos sacrificios ( de los que no me arrepiento), y ha significado muchos 'pateos' cargados hasta arriba con trastos de niños, trastos para escalar y demás menesteres, para no llegar a terminar una vía por razones diversas.
Si tuviera que hacer una lista de estas razones la verdad es que podría llenar folios, pero solo voy a hacer mención de las que se nos han presentado mas a menudo:
- Viajar a un sitio siguiendo indicaciones de gente que en teoría ha estado allí con niños, y que te han asegurado que "el pie de vía es estupendo para estar con los niños". Cuando has llegado después de un rato de paseo (aunque entre las indicaciones, uno de los atractivos era que solo se caminaba durante 5 minutos), salivando por empezar la primera via, previa mentalización de tus niños: "veréis hijos que sitio tan chulo para escalar, que bien lo vamos a pasar", miras y ves que la vía con mejor pie es la más fea de toda la escuela, y que el espacio mas llano tiene el tamaño de una caseta de w.c de feria, lo demás es un espacio con una pendiente en la que cuesta mantenerse de pie.
- Otra cosa muy común, es quedar con parejas escaladoras con hijos, bajo el lema: "si nuestros hijos se juntan para jugar vamos a estar mucho mas a gusto para escalar". ERROR! a no ser que haya mucho entendimiento y mucha amistad entre todos, y además con la coincidencia de que los niños se caigan bien y quieran, por que también están en su derecho jugar juntos, puede convertirse en un dia larguísimo. Me he encontrado con casos en los que al final me he tenido que quedar con la cara de panoli, cuidando de mis hijos a pie de vía y de los hijos de la otra pareja. O de tener que irnos por que casualmente, el hijo de la otra pareja " es un niño revoltosillo" que si te descuidas le abre la cabeza con un palo al tuyo, y para no crear conflicto prefieres huir con un: - Bueno encantados, a ver si quedamos otro día, que tarde y que cansados están los niños!
- Otro motivo que en los últimos tiempos se da con mas frecuencia, es ir al sitio de escalada y encontrarte que hay mas perros que personas, con lo cual, tienes que meter a tus hijos en un perímetro alambrado y electrificado, para que no tengan que aguantar lametones, bocados, que les quiten la comida, o como en una ocasión que el perro de turno marque la mochila de tu bebe, con una meada como dios manda, y encima tengas que aguantar comentarios: "Es que estamos en el campo, y no voy a atar al perro". Comentario que te incita a marcar tu su mochila de la misma forma que ha hecho el perro, pero que esta socialmente peor vista. A esto añadir, que el campo no necesita el "abono" de tu perro ni el tuyo, que si en la ciudad es de respeto y educación recoger la caca de tu perro y echarla a la basura, en el campo también debería serlo, por que estamos ya muchos y la cosa se esta poniendo muy fea.
- La ultima razón, es llegar y encontrarte con que ese día los niños o tienen muchas ganas de escalar y no te dan opción mas que de montarles la vía en la que van a echar un buen rato y columpiarse hasta que pierdes la cuenta de cuantos saltos han dado. O por contra, ese día no tenían el animo escalador, y preferían quedarse con sus amigos en el campo de fútbol de enfrente de la casa (¡toma en toda la frente, a tu hijo/a le gusta el fútbol!!!!!!!!). Tengo que añadir, con franqueza, que esta última razón es la que menos me suele molestar, excepto por lo del deporte del balón ;-).
Es cierto que quizás no hemos escogido el deporte mas accesible ni mas compatible con la maternidad o paternidad, pero también lo es que, en mi opinión, la maternidad o la paternidad, es comparable como reto, como esfuerzo, como ilusión, aprendizaje e incluso como aventura, a muchos momentos, viajes y rutas que he realizado escalando.
Marina Rodríguez
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