Hace año y medio aproximadamente, era una persona totalmente reacia al tema de las redes sociales, soy yo tímida y celosa de mi intimidad, además que a parte de la gente que quiero y me corresponde de la misma forma, nunca me ha interesado saber más que lo bueno de algunos/as. Francamente no me planteo despertar intereses, porque me agrada encontrarme dentro de una mayoría denominada para mi parecer de forma poco apropiada "normal y corriente", pero considero que en este país sobresalir incluso por cosas buenas, no siempre es bien aceptado, porque se despiertan los celos y las envidias que terminan oscureciendo los actos.
Me ha gustado juntarme con los amigos y amigas, charlar y que me cuenten las cosas con sus exageraciones pertinentes (para eso somos andaluces), echarnos unas risas, disfrutar o como dicen por aquí "cortar algún traje" (en el sentido más sano de la expresión).
Por circunstancias laborales, me he visto sumergida de lleno en las redes sociales, y aunque en ningún momento pongo en duda su utilidad a nivel publicitario y de difusión, si que he notado una emergente necesidad de la gente de mostrarse, contar y de que todo el mundo, amigos o no, sepa lo que ha hecho, piensa, come o cag....
Se alegran todos de encontrarse con amigos de la infancia en Facebook, Twitter ,Tuenti o cualquier otra, aunque en realidad no tienen pensado llamarse ni verse, pero resulta muy entretenido mirar las fotos, y ver si esta mas calvo que tú, mas gordo o gorda, si tiene hijos etc, etc. Ya decía Arthur Schopenhauer (1788-1860) "La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren". Y el aburrimiento es proporcional a la cantidad de publicaciones de actividades en las redes de algunos individu@s.
Se ha llegado hasta el punto de bromear entre deportistas, diciendo que si no lo ven publicado en Facebook no se lo creen. La fama deportiva o los logros ya vienen medidos en "me gustas". Cuelgas tu foto con la actividad realizada, escalada, senderismo, hielo, o solamente una cara mística en la cima de una montaña, y a esperar a que haya muchos "amigos" que la vean, que le den a "me gusta" y que comente lo "grande que eres bicho", o "máquina".
Eso si, es una forma barata de engordar el ego, saldría mucho más caro contarlo por teléfono o invitar a unas cañas mientras enseñas las fotos. Pero en el fondo, lo que hay es una necesidad individual de llamar la atención sobre los demás, de intentar sobresalir sin trabajártelo demasiado, ojo no digo todo el mundo, aunque si resulta curiosa la fama que se quieren fabricar algunos/as a través de las redes.
Esta claro que no podemos negar los adelantos y las utilidades que nos ofrecen, pero basándome en la frase del escritor inglés Chesterton:
"el lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad,
el amor y la amistad florecen, no es la oficina, ni la fabrica, (ni en la actualidad internet y las redes sociales), si no en la familia, en tu entorno real."
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