Cada especialidad de la escalada tiene para mí, un punto diferente que hace que me guste.


Nuevo Martes y nueva entrada del blog. Esta semana entrevistamos a un apasionado de la escalada y la montaña. Un joven que atesora en su haber experiencias y reflexiones maduras y sólidas, que le hacen disfrutar de las actividades que realiza. Nuestro amigo Alejandro Corpas, nos habla de su trayectoria a través de esta sencilla entrevista. Gracias Alex!



1. Nombre y edad. ¿Desde cuándo la afición a la escalada y la montaña?
Mi nombre es Alejandro Corpas Hidalgo y cumplo 28 años el próximo julio.

Más que afición, lo que recuerdo es una especial atracción por la montaña, casi desde que me chupaba el dedo. Mi madre y mi padre no se han hecho montañeros hasta hace poco, pero nos llevaban mucho de barbacoa y creo que el olor a churrasco me infundió mucho amor por la montaña y los buenos placeres. Siempre montaba alguna excursión con los compañeros del colegio, al Trevenque o a mangar pepinos al lado de la Fuente del Hervidero. Y luego, llegaron aquellas tarde de domingo de “Al filo de lo Imposible” – en los años 80 y principios de los 90 -, en el que pude ver, por primera vez, a aquellos hombres barbudos que hacían sus necesidades desde una especie de hamaca que colgaba en el vacío de algún lugar de los  Himalayas. Yo pensaba que eran comunistas, barbudos como los colegas de mis padres, pero resultaron ser alpinistas.


2. ¿Deportiva, clásica, montaña… que es lo que mas te atrae?
Cada especialidad de la escalada tiene para mí, un punto diferente que hace que me guste. Me gusta todo la que implique colgarse de algo. Básico.
Pero el punto en común de todas estas actividades es la montaña. Puede que la deportiva se esté desvinculando cada vez más de este mundo y reconozco que cada vez me aburre más. Prefiero estar  en una tapia escuchando el viento o  los pájaros, escalando con un buen@ compañer@. Mucho mejor, si puede ser lejos del hogar, con un horizonte amplio a las espaldas o rodeado de montañas.



3. ¿Qué diferencias encuentras entre cada una?
Principalmente que la cerveza sabe mejor después de un día en las Alcandoras o una norte en el Veleta. En el bar de los Cahorros también sienta estupenda pero no es lo mismo


4. Primeras  escaladas  importantes, y primeras impresiones.
Supongo que la serie de encadenamientos en libre que logré junto a Rubén de Francisco y Pedro Soto en Alpes, en el verano de 2009. La escalada de la ruta de los ingleses a la este del Piz Badile fue una buena aventura.


5. Experiencia invernal que te haya marcado.
El intento al Siula Grande, junto con Dani Crespo. Me marcó mucho meterme en esa pared con unas botas que no eran mías y después de cargarla apoteósicamente con la previsión de la meteo. Nos agarró una ventisca seria. Como desarrolló Simón Elías más tarde, lo que marcan son los fracasos porque a los fracasos se les dedica tiempo, los éxitos son efímeros. También me marcó bastante hacer mi primer sexto de hielo ( Thanatos ), con un tío llamado Martín Elías – que en ese momento conocía de poco- dirigiendo exabruptos contra mi persona mientras me insistía en que era un mierda y que tenía que es escalar más rápido.


6.  ¿Consideras que han cambiado las cosas en el mundo de la escalada y la montaña?
Los avances en el material se producen vertiginosamente a la par que en la tecnología. Estamos asistiendo constantemente a saltos de la barrera tanto física como mental, pero creo que cada vez se olvida más el concepto de aventura que se difumina con los tiempos y la velocidad. Antes no se pensaba en esto.
Y luego está la masificación de la montaña, que está arrastrando a las regulaciones y la norma a un terreno indómito y pretendidamente anarco donde muchos escapamos de los rigores de lo establecido. Pero el problema es la masificación, así que es normal que llegue la norma. Reconozco que es necesario pero no me gusta.



7. Una escalada que te haya marcado.
Me marcó mucho cagarme en los pantalones junto a Pere Viralasau, mientras estábamos abriendo una vía en Pakistán.


8. ¿Si tienes que elegir a tu compañero/a de escalada o de expedición que criterios sueles seguir .
Alguien que me caiga bien, sobre todo tiene que ser mi amigo. Luego, si compartimos objetivos, tendencias y preferencias, pues mejor. Suele coincidir. Ahora mismo no me iría con nadie que no conociera y no tengo la necesidad de hacerlo. Tengo muchos amigos con los que puedo irme de viaje con grados variables en cuanto a pretensiones deportivas o de dificultad. Pero lo más importante es alguien con el que pueda escalar de la forma más asalvajada y al mismo tiempo disfrutar en silencio, sin dirigirnos una palabra, leer un buen libro, disfrutar de una playa o de los antros más cochambrosos de ambos hemisferios. De estos, por suerte, tengo unos cuantos. Y además ahora puedo hacerlo con mi compañera.


9. Algunos recuerdos de tu paso por el Equipo Nacional.
Algunos son pocos. Tengo muchos petrificados en el cerebelo porque constituyen una parte muy intensa de mi vida. He conocido a mucha gente, a muchos amigos con los que he compartido experiencias que han trascendido de una forma difícil de explicar y que nunca hubiera sido capaz de imaginar, hasta antes de mi entrada en el equipo. Fue una suerte formar parte de ese equipo en concreto. Y tengo un recuerdo magnifico de todos esos años, a excepción de algunos más oscuros.


10. ¿Ves productivo incluir a niños/as en competiciones de escalada?
Creo que es productivo, siempre que no se obligue al niñ@ a hacer algo que no quiere. El niño desarrolla una actividad que es saludable, le obliga a entrenar y a seguir una rutina, conoce la disciplina de una forma divertida, lo socializa y lo aleja o lo saca – según en la fase en que se encuentre- del ensimismamiento y consiguiente adicción tecnológica que ha sacado a los niños de las calles, de los lanzamientos de piedras y de las cabañas. El punto competitivo ya depende de la persona, lo importante son los valores que se pueden transmitir. Además, la incorporación de los chavales al mundo de la escalada deportiva desde una edad temprana está incrementando los niveles de rendimiento. La escalada se especializa y es más fácil conseguir reconocimiento institucional. Y esto es bueno para la escalada y para el deporte.


11.¿Próximos proyectos?
Ahora mismo; crear las condiciones idóneas, las más estables, para poder desarrollarme como persona, poder seguir escalando, contemplando y viajando hasta que me muera. Cuando consiga esto, ya se me ocurrirá otra cosa.














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