El pasillo por el que se accede hoy día, y según algunas fuentes, es fruto de la expoliación mineral sufrida en el siglo XX, ya que la verdadera entrada a la cueva solo podía realizarse por la parte de arriba.
Son un par de kilómetros fácilmente superables andando, y en bici disfrutando con respeto y técnica sobre todo en algunos tramos, que se encuentran bastante "rotos" debido a las lluvias.
Comenzamos la salida desde la zona recreativa de la Alfaguara, donde podemos dejar aparcado el coche y coger la pista que sube con una pronunciada curva, hasta la indicación de entrada del camino.
Desde ahi comenzamos la parte mas fresca de recorrido, ya que disfrutamos de las agradables sombras que nos ofrecen los pinos de esta Sierra.
Llegaremos a una zona que caminando no representa dificultad, tal y como adelantábamos al principio, pero con la bici si es necesario manejarse bien en las subidas y bajadas, ya que hay grandes piedras.
La entrada a la cueva se encuentra cerrada, para evitar mas vandalismo del que ya ha sufrido, y poder conservar la riqueza interior de esta cueva, que durante la época de la Guerra Civil, sirvió de refugio para algunos.
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