Problemas de visión & fracaso escolar

Muchas veces se piensa que la falta de atención o buenos resultados de alumnos en infantil y primaria es debida a la poca motivación, falta de interés u otras cuestiones menos importantes. Cuando nos hacemos mayores, raro es el mes que no crees que no ves bien, que te esta fallando el oído, que visitas al dentista, traumatólogo o fisiotarapeuta para que te hagan una puesta a punto.




                                      


Sin embargo no existe una cultura en cuanto a cuidados de este tipo en niños/as porque damos por sentado que a no ser que sea algo evidente, o que te lo recomienda el pediatra (en otros casos tu vecina o tendera, practica común por estos lares), no merece la pena llevar a tu hijo o hija a revisiones de este tipo.

Un ejemplo que a menudo vemos es, en verano todos los adultos van con gafas de sol, normalmente compradas en un establecimiento óptico. sin embargo la mayoría de niños/as van sin ellas, bien por que consideramos que son pequeños o en otros casos (y esto es peor), les compramos unas de personajes de película de dibujos en cualquier tienda o puesto callejero pensando que con eso se apañan.

El caso es que según los últimos estudios más de un 30% de fracaso escolar esta asociado a problemas de visión, y se suele pensar que se distrae fácilmente o que es un mal estudiante.




El pediatra es el responsable de la primera exploración del recién nacido y de su inmediata evolución. Los educadores y pedagogos pueden ser de gran ayuda para detectar problemas en la visión en estas edades tan tempranas.

El oftalmólogo pediátrico debe realizar una exploración a los tres años, aunque no haya ningún síntoma, y otra a los 5 ó 6 años, antes de la maduración del sistema visual.



En los recién nacidos y lactantes, los síntomas y signos que deben llamarnos la atención son: pupila de color blanco, tendencia a torcer los ojos y movimientos rápidos y rítmicos de los mismos. «Cuando el niño ya es algo mayor, los síntomas más frecuentes son guiñar un ojo, enrojecimiento ocular, tortícolis y dolor de cabeza al final del día, señales éstas que pueden manifestarse como dificultades en la lectura y en la comprensión, así como en un correcto seguimiento escolar», destaca el doctor Chipont.

En el examen oftalmológico, se debe medir la agudeza visual del niño y descartar cualquier tipo de miopía, hipermetropía y/o astigmatismo. También se debe revisar el paralelismo de los ojos, para descartar un estrabismo, la convergencia y la correcta visión binocular.

La agudeza visual mide la capacidad de nuestro sistema visual para ver detalles u objetos. Es mucho mejor alcanzar una buena agudeza visual aunque precisen usar gafas o lentillas de alta graduación.



Por lo tanto, prestemos atención a nuestros hijos y revisemos su visión antes de empezar el cole, así se pueden corregir posibles defectos en la visión y conseguir tranquilidad y buenos resultados.




Fuentes: Cuida tu Visión
Terapia visual
Óptica Gran Vía Granada

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